2 de enero de 2015

San Luis desde mi ventana

Cantan los pájaros en la ventana,
estoy acá.
Suena en la siesta un cuatriciclo,
eso también pasaba cuando era chica ¿sera generacional en esa familia?
En mi barrio siempre hubo gente hermosa
y algún que otro descarrilado en la historia.
Acá cerquita están las montañas,
me gusta pararme en el medio de la calle para verlas,
siempre compiten figura fondo con el colectivo verde de los Vinzabale,
del que llevo a mi hermano a sacarse una foto con el Puma Rodriguez para traerle a mi tia Pebe
y traía al negocio de mi mama a las pendejas que gustaban de mi hermano mas grande.
Se escucha alguna que otra vecinas que pasa por la ventana,
en mi barrio hay tres tipos de vecinas,
la que me conoció desde que era así de chiquita,
la que se acuerda de mi desde la panza de mi mama
y la que me ve grande y siempre linda.
Espero un rato y sigo escuchando,
se que siempre aparece la Perlita barriendo con la escoba de cerdas duras
y se encuentra con las empleadas del negocio,
que prefieren las de plástico y barren mas despacio.
Concierto musical barrendero,
el coro son las ultimas novedades del barrio,
alguno que otro esta "loco del celebro",
la mejor ubicación es la ventana del cuarto de mis viejos, al frente del mio.
A veces por las mañanas me gusta cruzarme y escuchar el concierto,
a veces, en las siestas me cruzo para meterme al medio de la cama,
entre ellos,
si miras la cama de frente, mi papa a la izquierda, mi mama, a la derecha,
ahora los tengo que empujar un poco
y depende del humor de la vieja, se queja o me reta,
es que ya no entramos.
Cuando era chica, hasta los 15 años,
iba a la noche, ponía mis piecitos fríos sobre los de mi papa y el con sus patotas me los cubría para calentarlos
y a la mañana, iba para quedarme viendo tele en la cama grande,
cuando ellos se iban a trabajar, yo no podía tener televisor
porque cuando le pusieron uno a Juan Pablo, este se dormía a las 5,
entonces lo que aprendían con el mas grande lo practicaban con la mas chica.
Ahora cuando vamos a la casa de Juan Pablo me gusta tomar la ruta,
acá te llevan en algodón.
Nunca entendí de San Luis los postes de colores,
ni las obras de arte en descampados
pero me gustan porque cuando las miro me acuerdo de donde estoy.
Hay un aire que es único
y a la vez se comparte en todo el mundo,
supongo que es la mezcla del perfume de mi vieja
con la risa de mi papa,
capaz que los pasos chiquitos de La Perlita preparando la comida
o el sonido de la puerta intermedia que indica que alguien viene desde el negocio.
Se me confunden entre esos tantos, pero si hay algo que esta bien claro,
que hay aires y aires pero este, es el de donde vine.

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