18 de septiembre de 2014

Te presento a "Nosotros"

¿Qué nos pasa?
Que nos pasa que nos convertimos en salvajes
Es más fácil pegar primero y hablar después
La suma de dos y dos nos da millones de personas bajo el índice de pobreza
Y otros tanto que ni siquiera aparecen

Esta tarde volvía de clases y caminaba escribiendo un mensaje, estaba sucediendo la marcha. Un chico me doblo el brazo y me saco el celular, el tercer celular que me robaban en dos meses, que había sido repuesto por el gesto de un amigo al regalármelo porque estaba en desuso. No aguante la bronca, lo corrí y le grite a la gente que por favor lo paren. Un grupo de gente lo agarro y lo trajo hundiéndole la cabeza
-“acá está el choro”, para que todos los miremos, juzguemos, marginemos.
A partir de allí para adelante eso estaba subordinado a ser para siempre en los ojos de los otros.
Un malnacido que nunca iba a ser alguien digno.
¿Era un animal? No, fíjate que era una persona de carne y hueso, pero él no podía ser como nosotros, él ya era un pobre diablo, un incorregible.
Lo empezaron a golpear hasta que por suerte se dieron cuenta que se estaban equivocando.

Dos chicas que cargaban bolsones de ropa empezaron a discutir con un hombre grande que miraba de rebote y rebajaba la vestimenta de las chicas. La posición de el: matarlo, la de ellas; dejarlo ir y cagar a trompadas a la “mongólica” que grito (yo).
La discusión sobre las problemáticas sociales va a ser infinita en el tiempo.
Siempre es fácil mirar con los ojos del que no necesito robar o del que fue educado en base al trabajo bajo un techo que no llovía o un lugar que pase lo que pase siempre iba a estar en pie para el día que llegamos cansados a casa y lo único que necesitamos es escabullirnos en las sabanas.

¿Por qué los políticos corruptos o los narcotraficantes no son negros de mierda?

Porque tienen el poder que les damos nosotros porque tienen plata e imagen y porque son los que nos acercan la mierda que consumimos, la droga que tanto nos gusta.

Entonces tengo un plan, pongamos bombas en todas las villas, total esos “negros de mierda” “malvivientes” no le importan a nadie; no tienen familias, hijos, padres, hermanos, nietos, sobrinos, tíos, a pesar de ser personas como nosotras; nunca tuvieron un buen gesto con nadie porque nacieron con otro cerebro distinto al nuestro; nunca van a hacer algo que progrese porque no se levantan cada mañana a seguir viviendo como nosotros; no suman, no son lindos a pesar de tener nuestra misma fisonomía, se visten mal a pesar de que cada uno puede elegir como hacerlo, son sucios porque mínimo “si son pobres que sean limpios”, hablan mal, no saben ni pensar y sobretodo porque ellos eligieron vivir ahí y así: sin agua, sin luz, sin una pared firme, sin voz.

Se me viene a la cabeza Chicho, un nene de dos años que corría cual Messi en el partido de futbol que hacíamos todos los fin de semana en el asentamiento Barranca Yaco, Chicho corría y cagaba a patadas a todos los que encontraba en su camino, no hablaba, solo gritaba y a mí me resultaba gracioso. Un día fui a su casa a invitar a su mama a un curso de pastelería que hacíamos en lo de Dora, con Andrea, la profesora. No pude cruzar el cerco, estaba con una cadena y su mama solo podía hablarme a través de unas maderas. Tenía el rostro desfigurado, las manos quemadas y el dolor en los ojos. No podía asistir al curso, no tenía los $15 pesos que salía la inscripción. A la semana siguiente le lleve una porción de torta hecha en el curso le dije que pensábamos que entre todas podíamos juntar esa plata y ella contesto que no podía hablar conmigo porque si le mandaba la asistente social le iban a quitar a sus hijos, lo único valioso que tenía en la vida.
Chicho pateaba porque no sabía lo que eran los abrazos.
Volví a mi casa y entendí todo, era la culpa de Chicho, de dos años que su papa lo cagara a trompadas, que su mama sufriera todos los días porque era maltratada, que su hermanita de un año sea insoportable de llanto porque tenía hambre, que su mama no pueda salir de su casa, que su papa se alcoholizara todos los días, que su mama tenga quemaduras.

Así con todos, porque es re fácil decir que es la culpa del otro.
Un tiempo después hubo una tormenta en Córdoba y la casa de Chicho se desmorono, Dora (otra vecina) me llamaba desesperada para que llame a los bomberos o que pida ayuda en la policía, la ropa de la bebe y de toda la familia estaba nadando en la calle con los restos de la casa, yo le dije “Dora, vos también podes hacerlo” porque no quería que dependan siempre de mí. –“Juli, llame y me dijeron que no se hablar, que no me entendían, es que yo nose, vos seguro podes más que yo”
Entonces
¿Qué carajo nos pasa?
¿Que decimos de los “negros de mierda”?
¿Qué mierda decimos de la gente que vive en barrios marginados “no letrados” si los que no podemos identificar que somos exactamente iguales somos nosotros? Los que queremos hacer justicia golpeando al que roba porque “no roba comida, roba celulares”.
No se trata de tocarle el corazón a nadie, se trata simplemente de un intento de atención a lo que somos.
HEY VOS SOS LA SOCIEDAD QUE ESTAS CREANDO. ¿TE HAGO UN GRÁFICO?
El día que entendamos que nuestro propio discurso en un simple comentario hacia un amigo hace a la historia de nuestro país vamos a empezar a entender un poquito que el cambio no lo vamos a lograr reprimiendo y golpeando o apelando a la violencia. El día que entendamos que simplemente es cuestión de suerte nacer donde se nace vamos a dejar de culpar al otro por sus actitudes.
Los que no sabemos hablar, actuar, ayudar, comprender somos nosotros, nosotros somos los desinformados, los ignorantes, los violentos, los que le decimos no a ellos en todo y para todo.

TE PRESENTO A "NOSOTROS", los opresores de esa parte de la sociedad y realidad a la cual no le damos oportunidades, a esa sociedad y realidad que es la misma a la de “ellos” que a su vez son “nosotros” y que conjuntamente conviven en la misma casa que es nuestro país.

10 de septiembre de 2014

OLVIDEMOS TODO. (Obra teatral Ciclo 2014 proceso)

-Mejor, olvidemos todo,
-Me parece bien, quizá la vida nos da una tregua y olvidar no se hace tan difícil.
Imaginate, levantarte sin saber quien soy.
Imaginate, todo normal, todo como antes.
-Si,eso, mejor olvidemos todo,
-si total de a poco se van borrando los rostros,
si total puedo pensar que el sentir tus manos son solo dos manos,
¿y quien no puede encontrar dos manos en cualquier lado?
-total, podemos inventar que el motivo era solo escapar del invierno al verano,
jugar como niños, mirarnos como estúpidos.
-Mejor, olvidemos todo
-Pensemos que tan solo fue una apuesta,
-¿una apuesta? Claro,que perdimos,entonces ahora recuperarnos de la perdida de la cifra millonaria seria un nuevo desafío.
-¿viste que fácil? 
-No, mejor, simplemente olvidemos, como se olvida uno a veces de las cosas cuando esta ocupado. Entonces eso, ocupemos, ocupemos el hueco que deja el otro y llevate todo y dame todo lo que te di. Devolveme las mañanas, el desayuno, los cafes, lo que aprendí. Devolveme la impaciencia, el malestar y los despropósitos,no te dejes nada, devolveme todo.Olvidemos todo.
-Pero eso es imposible.
-Entonces mejor, apostemos todo.
Agosto, Paris, Francia

8 de septiembre de 2014

decir,contar que te

Que te quería decir
que te quería contar
que decir
que contar
que te quería
decir
que se cuentan los días
que te quería contar que se cuentan los días
te quería decir
que me voy
que te quería contar
que quería
quedarme en vos
que se cuentan los días a descuento
y no es cuento, es verdad.
Que te quería decir y contar
que estoy contando,
que lo dije,
si estas leyendo,
te estoy contando,
que yo decía que me voy
pero quería irme
quedando
me en vos.

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