16 de junio de 2015

El que nos hace para toda la vida, historia corta de mi nombre.

Es el amor lo que nos hace para toda la vida.
Me llamo Celia Julieta Reta Cardinali para toda la vida. Julieta, según mi mamá, bueno, según yo también, así vine, en realidad vine sin nombre ni etiqueta pero mis papas, ansiosos de que llegue pensaron muchos meses antes como iban a llamarme el resto de mi vida, como la mayoría de los padres argentinos. Me llamo negra, según Fran y todos los que después de que vieron que él me llamaba así y yo respondía, decidieron que negra iba más conmigo en ese entorno. Según yo “soy Julieta pero me dicen negra”, eso lo aprendí después de trabajar 3 semanas en un lugar nuevo en el que cuando me llamaban por Julieta no respondía acostumbrada que en mi antiguo trabajo me llamen negra, ese día me hice cargo de los dos pero después, en Alemania  se rehusaban a llamarme de negra, primero porque no les salía y no lo querían asumir (según yo) y segundo porque me discriminaban si me llamaban así (según ellos), entonces tuve que entender, que ellos no podían entender, que llamarme así también podía ser con cariño, entonces entendí que a veces era Julieta y a veces, era la negra.
 A mí me fascina mi nombre, porque me llamo Julieta, como Romeo y Julieta, como un clásico, como una obra de Teatro, como el nombre ideal para una obra que alguna vez un maestro como Shakespare pensó,  también me llamo Celia, hay una historia que no me acuerdo si me la conto mi mama o me la invente yo, pero decía que cuando mi papá me fue anotar en el registro civil, sin avisar, me anoto Celia Julieta, porque Celia es el primer nombre de mi mamá. A mí me gusta creer esa historia, ellos tienen de esos amores incondicionales que hacen esas cosas, como marcar de por vida que se pertenecen y se aman más allá de haberse casado y lo hacen así, inconscientemente.
Siempre pienso y cambio, me gusta transformar mis pensamientos y aprender, siempre está bueno alejarse en una diagonal para tener otra vista. Yo no creo en las cosas para toda la vida, hablando de cosas cosas y de cosas sentimentales también, eso lo aprendí por primera vez cuando falleció mi nona, a los 9 años y lo sentí, después de trabajar en un hostel y viajar mucho. Cada vez que alguien atravesaba la puerta roja tenía que entender que llegaban para irse y que, las despedidas son parte de la vida, que podía tener muy buenos nuevos amigos, pero no iban  estar para siempre cerca, y yo tampoco porque lo decidía así.  Lo mismo me paso las dos veces que pensé encontrar el amor de mi vida, esa sensación que viene un año después de haber cortado, de pensar que quien estuvo tan cerca es tan extraño y ajeno ahora, siempre me pareció tan rara, hasta que entendí, que lo único que era para toda mi vida solamente era yo.
Pero todavía no me puedo convencer, mis papas me pinchan toda la teoría, siempre dije que uno se podía casar, conocer a alguien y vivir con él/ella hasta morir pero que eso no significaba el amor para toda la vida, pero ellos, ellos me pinchan toda la teoría. Deberían verlos, equilibrando la balanza, sosteniendo las penas, van siempre de la mano en la vida. Supongo que por eso me llamo Celia, porque sea la historia que invente o la que me conto mi mamá o la real, la cuestión es, que además de Julieta, soy lo que mi papá quería que sea, ella, por que viven viendo por los ojos del otro.
 Un día le tuve que preguntar si él era feliz con lo que yo era, porque sabía que le había cambiado los planes y él me dijo que lo que él quería es que sea y que eso se iba a definir por el amor que le pusiera a las cosas que quisiera hacer.
Siempre me permitieron ser bastante independiente y libre para decidir lo que hago pero siempre guardo un tiempito para pensar como lo pensarían ellos, sé que se pueden equivocar como cualquier otro pero son de lo ms correcto, sanos y predispuestos que conocí en la vida, por eso siento que si pienso como ellos voy por buen camino. Ellos con amor curaron los dolores que procedían en la historia de la familia y sanaron los míos cuando el mundo me quiso comer, por eso me gusta pensar como ellos, para sanar los que se me acercan y vienen después de mí.
¿Ven? Al fin y al cabo, me siguen pinchando la teoría, yo no soy lo único que tengo para toda la vida porque los tengo a ellos adentro. Por eso me gusta llevar los dos apellidos, porque no podría ser más de uno que del otro.
Y así soy, soy esa, según el kiosquero de la vuelta, una idiota por contestarle mal a su novia, según el panadero de al lado, muy inteligente, según yo, Julieta, según un chico que me grito ayer, hermosa, según mi hno a veces una pendeja de mierda y a veces una "nerita bunita" y según algunos amigos, la negra.
No podemos definirnos, pero nos ponen nombres etiquetados para que lo hagamos, no venimos con nada que pueda durar para toda la vida más que nosotros mismos pero lo construimos sin querer mientras va pasando la vida. Es el amor, redondo, cuadrado, con tiempos, esperas, encuentros y desencuentros, fuerte, intenso, largo o corto, de amigos, de novios, de algo, de esposos, pero al fin y al cabo es el amor que uno tiene por sí mismo y por su historia,la sonrisa que viene desde adentro de las entrañas, de uno mismo, es el amor y como somos gracias a él, no es el tiempo ni la etiqueta, es la entrega en el momento que tiene que ser, es el amor lo único que de verdad, a los ojos de todos los demás, nos hace para toda la vida aunque haya sido por un ratito.

9 de junio de 2015

En viaje: buscando tesoros(sí, tesoros) en Alemania

 Después de trabajar tres semanas en un festival de Teatro en Frankfurt-Alemania, me encontraba a la deriva, el plan inicial era quedarme en la casa de unos amigos de mi chico(a quienes no conocía) la semana sándwich que tenía entre el festival y el viaje Paris pero decidí cambiar mi rumbo ya que Frankfurt no me había deslumbrado y ya que mis gastos en esas tres semanas habían sido sólo 10 euros. Entonces comencé a meditar la idea de irme con Lauren y Tobas, una pareja de estadounidenses que conocí en el festival, a Amsterdam (un viaje que íbamos a hacer entre 10 que termino siendo solo de nosotros tres).

La mañana que debíamos abandonar la residencia artística, después de una larga noche yo soñaba que estaba en un recital de los Rolling Stones peleando con un amigo porque la llave de mi casa era muy grande (era un sueño dije) y en eso entro corriendo Lauren (imagínese a Jonis Joplin peliroja)  y muy ansiosamente (como suele serlo en todo) me grito: “Wake up Juli-eta(le costaba decir mi nombre horrores) Let’s go to Amsterdam!” y claro, como todos suponen, no le pude decir que no, termine de armar mi mochila y baje, ellos ya habían contactado con un señor que solía recorrer el festival haciendo acertijos y preguntas-soluciones para cambiar el mundo, el señor pregunta(no recuerdo su nombre, pero siempre andaba con un signo de pregunta gigante o se ponía una remera amarilla con un signo de pregunta negro pintado) se dirigía a Holanda, no exactamente a Amsterdam, pero nos iba a alcanzar.
Cuando Tobas abrió la puerta del acompañante vimos un oso de peluche gigante y automáticamente entendimos de que se trataba de un viaje particular, a los segundos el señor pregunta nos dijo que si no nos molestaba, debía hacer unas paradas antes del destino final.
La primer parada fue en un lugar alejado, dejamos al gran oso de peluche en custodia de nuestras mochilas(que eran muchas por que los chicos venían viajando hacia varios meses) y nos bajamos del auto, Lauren y yo nos mirábamos desconcertadas, si bien la conocía hace tres semanas sabía que con ellos estaba todo bien pero el hecho tener que hablar en ingles, de no poder hablar fluído en español y tirar un “che blda que onda esto” y si bien el señor pregunta se suponía era de confianza, por segunda vez en el viaje yo pensaba  por dentro “Y bueno Julieta…quizá hasta acá llegaste, fue una linda vida, una muerte digna, buscando tesor.. ¡mierda! mira como te moris, ¡estúpida!.”
Comenzamos a caminar bosque adentro, yo seguía a Tobas, él sabía alemán y se comunicaba mejor con el señor pregunta, y volví a preguntarle “Tobas what we are doing?” (Tobas, ¿Qué estamos haciendo?) y el me miró y me dijo “For 3th time Juliet, we are looking for treasures ” (por tercera vez Julieta, estamos buscando tesoros” y ahí pensé “LESTO, estoy muertaSA “.
Seguimos caminando y encontramos una especie de casa para pajaritos con un candado con un hermoso acertijo en alemán (que descifraron ellos) y se trataba de darle luz al círculo donde se supone sale el pajarito, para encontrar el número y poder abrirlo en búsqueda del gran tesoro. CHARAN.
Sí, resulta que hay gente que esconde tesoros en el mundo para viajeros, es una aplicación: Geocaching, donde la gente esconde tesoros para ser encontrados por viajeros o en realidad, por quien los busque y da las coordenadas para que, el buscador a través de algún smartphone pueda dar con su escondite y llevarse el pequeño presente (si es que lo hay) o marcar con su nombre en la lista de visitas que estuvo ahí.

Es divertido, la gente deja juguetes de su infancia, poemas, cosas, chocolates, mensajes; pero a veces no tanto, después del tercer tesoro Lauren y yo nos dormimos, llovía a cántaros, ya estábamos tranquilas de que no íbamos a morir, nos esperaba un largo viaje de fiesta en Amsterdam y Tobas estaba entretenido,  con intenciones de hacerle el aguante al señor pregunta o buscando una excusa para dejar de viajar abrazado al oso gigante, vaya uno a saber.

Después de tantas horas buscando tesoros llegamos a la conclusión de que para un viajero solitario es una actividad que puede sumar a un día en el que  no hay nada para hacer o puede ser una buen excusa para tener un destino cuando salimos a caminar sin rumbo, para ver nuevos lugares que quizá hubieses pasado de largo si no tenías ese objetivo. 

Nuestra búsqueda paso del bosque a una antigua cigarrera, a la entrada de una casa histórica en un pueblo en la frontera con Holanda hasta un punto a metros de la ruta..(vaya uno a saber que ruta). En fin, una actividad más cuando se viaja que se puede sumar, porque los verdaderos viajes se dan fuera de lo que uno planea en el propio viaje :)

1 de junio de 2015

Tomar la desición de irse // Crónicas de viaje


Un día juntando todas tus fuerzas y convenciéndote de que podes hacerlo, tomas la decisión de irte de viaje, entonces llega el momento en el que un gran porcentaje de los que te conocen piensan que no es la mejor idea y algún que otro te tira la mejor onda y algún que otro te super impulsa a que lo hagas porque es lo mejor que se puede hacer en la vida y nada va a salir mal porque nada malo puede pasar entonces todo va a brillar y ser la vie en rose hasta que le preguntas:
- ¿Y vos a dónde fuiste?
-Yo. Bueno. Yo todavía no, estoy con la facu viste, tranqui trabajando. Pero me encantaría
Entonces se cae todo de nuevo porque por mas buena onda que haya, esta persona deja de ser parámetro y vos volves a entrar en duda  y pensas “¿Lo voy a hacer realmente? ¿Habré hecho bien en contarlo? ¿Y si al final no me voy nada y en realidad me ilusiono?
La realidad es que no hay gente parámetro, ya sea el viaje de tu vida con pasaje de ida sin retorno o el viaje de tu vida a 1200km de distancia por un mes, la realidad es que cualquiera puede ser el viaje de tu vida porque en cualquiera de ellos puede suceder lo inesperado o lo esperado y esto puede ser tanto bueno como neutral, lo bueno es que nunca puede ser malo y es por eso que después de un poco par de viajes comprendí  la frase que dice “viajar es la mejor universidad “. Me han pasado cosas hermosas y otras no tan buenas, conocí  gente fantástica y otras que solo decidí dejar de paso, vi gente sonriendo, sufriendo, ayudando y pidiendo una mano y ninguno cualquiera sea de los casos me hizo dudar en algún momento que lo que hacía o donde estaba era producto de una mala decisión. Cuando uno viaja aprende, ya sé que eso pasa todos los días, pero empezando en “ porque fue tu decisión” y  terminando en “porque fue tu decisión” los problemas te exigen soluciones en cuestiones de segundos que nadie más que vos, tu único sustento en ese momento, puede solucionar, entonces, otra vez, tenemos que tomar una decisión y ese nivel de autonomía que exige el hecho de estar solo en el mundo(y rodeado del mundo)repito,  solo en el mundo, es la liberación extrema del yo. Suena egocéntrico, quizá lo es, pero justamente, otra de las cosas que aprendí viajando, no se trata de un lado egoísta, sino que al contrario, el hecho de tener que pensar en vos y solamente en vos, implica muchas veces aprender a pedir ayuda, saber ponerte un freno y sobre todo entender, que la felicidad tiene una cosa esencial: agradecer y para agradecer, hay que estar a gusto y para estar a gusto, hay que tomar decisiones de acuerdo a lo que uno necesita y para saber que necesitamos, volvemos al comienzo del círculo, necesitamos pensar en uno mismo y concentrarnos en nuestro propio bienestar porque ahora sí, empezando en “porque fue tu decisión” no hay mamá, ni papá, ni hermano, tío, padrino, primo, ni cualquier tipo de parentesco que pueda aparecer para salvarte.
 Entonces, dicen que si no viajan es por la facultad, el trabajo, la familia, el perro, el saliente, la vida, la casa, la nada, mienten. CUANDO UNO SE QUIERE IR, SE VA.  No se trata tampoco de hacerse el loco y decir que se va para siempre o de desvivirse por encontrar el lugar más raro, lejos o peligroso ni mucho menos de dejar todo y hasta lo que más disfrutamos del día a día para hacerlo más extremo. Como siempre me repitió mi viejo “todos los extremos son malos” y posta que hasta el exceso de amor lo es, así que tranquilo. No es necesario planificar que vas a hacer cada día porque se trata que algunas cosas las busquemos y otras, gracias a lo que buscamos, vayan apareciendo solas, pero si es necesario planificar o por lo menos alistar aquellas cosas que nos van a ayudar a tener lo que buscamos, cuidarnos,  e irnos tranquilos y no morir en el intento porque fuimos deportados por un puto papel que hicimos mal.
Un tiempo atrás estaba en la Universidad haciendo una actividad de escritura teatral (estudio teatro)  y, mientras trabajábamos en los objetivos secretos de un personaje sobre cualquier obstáculo que se interponga , entendí que el viajar se trataba justamente de la propuesta de una acción directa, en la cual mientras más claro sea el objetivo, más fácil va a ser para el personaje usar su creatividad para cumplirlo y  su vez administrar sus tiempos, silencios, pausas y momentos para sumar, un poquito más, a ese mundo imaginario, que ahora se está convirtiendo en real. Entonces, vamos de nuevo. Uno no viaja por viajar, tampoco viaja solo por irse y si es solo para vacacionar, trabaja como esclavo y junta plata, andate de vacaciones con un all inclusive y un coordinador que te lleve a los “mejores lugares”, y miráte en la playa caribeña con un jugo en la mano y el fondo de la playa. 
Conocí gente que escapaba de algo, de una situación, de un lugar, cambiar de país o ciudad no implica que empezás de cero, seguís siendo vos, con un modo de vida distinto, por lo tanto es importante entender que es necesario hacer aquellas cosas que cada uno sabe que le hacen bien  o por lo menos tener algún que otro objetivo concreto como un proyecto, un hobby o una actividad y, saber que si bien nos estamos moviendo todo el tiempo, hay que arreglárselas para seguir alimentándonos bien, despejando la mente cuando lo necesita , comunicándonos con algún amigo de toda la vida y haciendo pequeñas cosas cotidianas que nos hacen bien porque al fin y al cabo lo que siempre hay que mantener fuerte es nuestra mente, de nuestros pensamientos es lo único que no podemos escapar, sos tu única y propia compañía. Los viajes largos requieren de vez en cuando organizar un poco nuestra cabeza para que, con paciencia, nos vayamos adaptando y echando raíces.
Creo en que realmente sucede que si se propone “VIAJAR” como una acción directa y en mayúscula, el objetivo principal es ”IR”, estar allá es otro, pero posterior, hay que esperar, y hacer un montón de cosas (no es de negativa, hay que ser sinceros)entonces, si se piensa primero en IR, ponemos a disposición todas nuestras energías a favor en cada actividad que hacemos en el día nada ni nadie es parámetro y mucho menos lo son tus padres o aquellos que viven hace años en la misma casa y con el mismo trabajo.OJO, no quiero decir que tienen una mala vida, que no entienden nada y que aguante el hipismo.NO.Recordemos que hablábamos de tomar decisiones y simplemente son decisiones de vida distintas por lo que pedirle opinión a ellos es como preguntarle a un perro sobre la vida en el mar.
Quiero decir que a partir de que tomas esta decisión el único parámetro sos vos y el acopio que vos haces de toda la información que necesitas para irte hasta que te encontras allá, escribiendo tu propia historia. Todas las opiniones, referencias, personas, blogs, páginas y libros son válidos pero ninguno va a ser real porque ninguno de los casos, por más parecidos que sean, van a ser tal cual lo que te suceda en el viaje porque por más que quedes en encontrarte con alguien, cada experiencia es personal, nadie va a leer tu cabeza y saber que estás pensando cuando de repente algo que parece totalmente naturalizado en ese lugar a vos te está descolocando y como queres adaptarte, lo disimulas (que tire la primera piedra al que no le paso).
Así que, si tomas la decisión de irte porque sos impulsiva, ansiosa y loca (como dicen los que no entienden mucho de esas ideas) en realidad lo que estás haciendo es tomando la decisión de un reto de paciencia, de cumplir un objetivo que si va a llevar impulsos, ansias, locuras, adrenalina, dolores de cabeza y todo lo que se te ocurra pero principalmente va a llevar paciencia y arduo trabajo de mesa. Preparaos. Como dice mi papa “bichito, todo requiere su esfuerzo”.  

Ahora se deben poner en marcha las estrategias de ahorro pero a su vez disfrute del último tiempo con los tuyos, estrategias de búsqueda y mucha pero mucha lectura de información, un lindo trabajo de hormiga que cada vez hace más entusiasta el viaje. 
Cruzando desde la Quiaca-Argentina hacia Villazón-Bolivia 

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