21 de junio de 2022

Fruta

 Si te sirve de advertencia, estoy rotísima 

yendo a Miami sin tapado de piel y en carne viva. 

Voy a ver las tías, las que en los años 30 se fueron para el norte desafiando los mandatos supongo que con todos los miedos del mundo. Cuando llegue les voy a preguntar.

La grieta va a florecer, lo sé.

Lo que problematizo es el tiempo en el cual el proceso decide aparecer para mostrarme como y cuando florecer. Un montón.

De pensamientos, de bloqueos, de incertidumbres, de miedos, de frustraciones, de sensaciones inexplicables. Como la inexplicable sensación del placer de comer una mandarina al sol. 

Y de abrazarte, rotísima.

Dandolo todo otra vez, basta. No debería por que como te comente anteriormente, por las dudas que no lo hayas escuchado o por las dudas que no lo hayas leído, estoy rotísima. 

Y me voy a Miami, a preguntarle a las viejas como se sana por dentro lejos de casa y en soledad. 

¿Alguna vez te choco una nube en la frente? Ese es el tema, que creo que no, y a mi todas. Y que vengo mandando fruta. Hace un montón. 

Podría arriesgarme e intentarlo, pero ahora me voy a un viaje de sanación. Si vos estas acá cuando regrese vamos a seguir siendo como somos, vos siendo vos, yo siendo yo, Te abrazaría hasta el cansancio pero ¿Y si no es suficiente? 

La grieta se abre cada vez mas y hay una luz que esta entrando, algo la ilumina

y algo adentro salta y sonríe de alivio mientras espera ansiosa que llegue

Pero ¿Y si no es suficiente? 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo más leído en la última semana