Si te sirve de advertencia, estoy rotísima
yendo a Miami sin tapado de piel y en carne viva.
Voy a ver las tías, las que en los años 30 se fueron para el norte desafiando los mandatos supongo que con todos los miedos del mundo. Cuando llegue les voy a preguntar.
La grieta va a florecer, lo sé.
Lo que problematizo es el tiempo en el cual el proceso decide aparecer para mostrarme como y cuando florecer. Un montón.
De pensamientos, de bloqueos, de incertidumbres, de miedos, de frustraciones, de sensaciones inexplicables. Como la inexplicable sensación del placer de comer una mandarina al sol.
Y de abrazarte, rotísima.
Dandolo todo otra vez, basta. No debería por que como te comente anteriormente, por las dudas que no lo hayas escuchado o por las dudas que no lo hayas leído, estoy rotísima.
Y me voy a Miami, a preguntarle a las viejas como se sana por dentro lejos de casa y en soledad.
¿Alguna vez te choco una nube en la frente? Ese es el tema, que creo que no, y a mi todas. Y que vengo mandando fruta. Hace un montón.
Podría arriesgarme e intentarlo, pero ahora me voy a un viaje de sanación. Si vos estas acá cuando regrese vamos a seguir siendo como somos, vos siendo vos, yo siendo yo, Te abrazaría hasta el cansancio pero ¿Y si no es suficiente?
La grieta se abre cada vez mas y hay una luz que esta entrando, algo la ilumina
y algo adentro salta y sonríe de alivio mientras espera ansiosa que llegue
Pero ¿Y si no es suficiente?
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