13 de julio de 2015

Experiencia couchsurfing

Experiencia couchsurfing.  Legaba al aeropuerto de DF un sábado a las 12 de la noche, tenía tres opciones: 1- tomar un taxi hasta algún hostel , 2- dormir en el aeropuerto hasta que se haga de día y salir a la mañana de ahí, 3- confiar en couchsurfing y mi instinto para elegir mi host (persona que hospeda).
Instinto: Impulso natural, interior e irracional que provoca una acción o un sentimiento sin que se tenga conciencia de la razón a la que obedece (wikipedia)
Nos guste o no nos guste, seguir nuestro instinto nos puede parecer cualquier cosa menos inseguro, si seguimos nuestro instinto claramente es porque alguna señal nos indica el mejor camino y, si somos conscientes de lo que implica ir a la casa de un desconocido que te abre las puertas para que tengas un lugar por mera buena onda, no hay certificado, prueba, comprobante que te diga de antemano que todo va a funcionar, es por eso que caemos en manos de nuestro mejor instrumento de viaje (el amigo instinto) para contactarnos con personas que ofrecen su casa, sillón, habitación, etc, de acuerdo a su perfil.
Cada host tiene un perfil donde cuenta más o menos que hace, que le gusta, que ofrece, cuantos días te podes quedar y que intenciones tiene con couchsurfing y , si bien pueden “maquillar” su perfil y terminar siendo cualquier otra cosa, es un punto de informe que por lo menos ayuda, al igual que lo hacen las referencias que le dejan bajo su perfil, los surfers (viajeros que llegan) luego de haber estado ahí o de haberlos hospedado. Cada perfil y/o referencia es personal, por eso hay que saber tomar objetivamente lo que está escrito porque quizá lo que le molesto a otro de su host no es lo que te pueda llegar a molestar a vos o viceversa.
Yo hablé con mi instinto y al llegar a DF opte por confiar y acorde con mi host (después de varios días de chat y preguntas) que me iba a buscar al aeropuerto (quien muy amablemente se ofreció, no todos lo hacen), tuve la suerte de que ese día él se encontraba en la ciudad (ya que no vive ahí), si uno quiere desconfiar puede hacerlo de cualquier cosa. Por ejemplo, cuando llegue, al final no dormimos en el departamento que él me había dicho porque allí había fiesta y él estaba cansado, entonces me ofreció ir a la casa de sus padres a 40 minutos de DF, pasando por una hermosa zona de bosques. A lo que voy es que si yo me hubiese guiado por todos esos consejos que me decían “cuídate, es peligroso, los hombres son machistas, etc”, podría haber pensado que me iba a matar, que en el bosque me tiraba o que tal lugar no existía y me esperaban 45 monos gigantes para violarme en secuencia; pero no, no resulto ser más que el mejor host que podría haber elegido ya que además de ser super divertido, respetuoso y solidario conmigo preocupándose todo el tiempo por mi bienestar, se dedica a cosas que siempre me parecieron interesantes, por lo que convivir con el estos días aparte de hacerme conocer la cultura mexicana desde adentro, me sirvió de gran aprendizaje de un oficio que siempre quise aprender: la fotografía. Así que, todo bien con tus tias y abuelas, pero ellas siempre dijeron “tómalo de quien viene” y pedirle consejos a alguien que nunca viaja de esta forma es perdirle peras al olmo.(tias, si leen esto las amo)
Confiar: Demostrar confianza (esperanza firme) hacia una persona o una cosa.(Wikipedia)
Es super importante saber diferenciar cuando uno viaja o cuando uno hospeda gente, la confianza del abuso sobre lo que ellos están dispuestos a ofrecernos. Si bien se supone que quien hace esto es una persona abierta y con ganas de compartir, no hay que olvidar que cada uno tiene su vida y sus cosas para hacer, sus personas trabajo y/o estudio por lo que no hay que ser invasivos y respetar los tiempos de soledad de cada uno y las reglas de la casa, nos gusten o no, teniendo en cuenta que en todo caso, se puede hablar tranquilos e irnos y listo.  

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