Experiencia
couchsurfing. Legaba al aeropuerto de DF
un sábado a las 12 de la noche, tenía tres opciones: 1- tomar un taxi hasta
algún hostel , 2- dormir en el aeropuerto hasta que se haga de día y salir a la
mañana de ahí, 3- confiar en couchsurfing y mi instinto para elegir mi host
(persona que hospeda).
Instinto: Impulso natural, interior e irracional que
provoca una acción o un sentimiento sin que se tenga conciencia de la razón a
la que obedece (wikipedia)
Nos guste o
no nos guste, seguir nuestro instinto nos puede parecer cualquier cosa menos
inseguro, si seguimos nuestro instinto claramente es porque alguna señal nos
indica el mejor camino y, si somos conscientes de lo que implica ir a la casa
de un desconocido que te abre las puertas para que tengas un lugar por mera
buena onda, no hay certificado, prueba, comprobante que te diga de antemano que
todo va a funcionar, es por eso que caemos en manos de nuestro mejor
instrumento de viaje (el amigo instinto) para contactarnos con personas que
ofrecen su casa, sillón, habitación, etc, de acuerdo a su perfil.
Cada host
tiene un perfil donde cuenta más o menos que hace, que le gusta, que ofrece,
cuantos días te podes quedar y que intenciones tiene con couchsurfing y , si
bien pueden “maquillar” su perfil y terminar siendo cualquier otra cosa, es un
punto de informe que por lo menos ayuda, al igual que lo hacen las referencias
que le dejan bajo su perfil, los surfers (viajeros que llegan) luego de haber
estado ahí o de haberlos hospedado. Cada perfil y/o referencia es personal, por
eso hay que saber tomar objetivamente lo que está escrito porque quizá lo que
le molesto a otro de su host no es lo que te pueda llegar a molestar a vos o
viceversa.
Yo hablé
con mi instinto y al llegar a DF opte por confiar y acorde con mi host (después
de varios días de chat y preguntas) que me iba a buscar al aeropuerto (quien
muy amablemente se ofreció, no todos lo hacen), tuve la suerte de que ese día él
se encontraba en la ciudad (ya que no vive ahí), si uno quiere desconfiar puede
hacerlo de cualquier cosa. Por ejemplo, cuando llegue, al final no dormimos en
el departamento que él me había dicho porque allí había fiesta y él estaba
cansado, entonces me ofreció ir a la casa de sus padres a 40 minutos de DF,
pasando por una hermosa zona de bosques. A lo que voy es que si yo me hubiese
guiado por todos esos consejos que me decían “cuídate, es peligroso, los
hombres son machistas, etc”, podría haber pensado que me iba a matar, que en el
bosque me tiraba o que tal lugar no existía y me esperaban 45 monos gigantes
para violarme en secuencia; pero no, no resulto ser más que el mejor host que
podría haber elegido ya que además de ser super divertido, respetuoso y
solidario conmigo preocupándose todo el tiempo por mi bienestar, se dedica a
cosas que siempre me parecieron interesantes, por lo que convivir con el estos
días aparte de hacerme conocer la cultura mexicana desde adentro, me sirvió de
gran aprendizaje de un oficio que siempre quise aprender: la fotografía. Así
que, todo bien con tus tias y abuelas, pero ellas siempre dijeron “tómalo de
quien viene” y pedirle consejos a alguien que nunca viaja de esta forma es
perdirle peras al olmo.(tias, si leen esto las amo)
Confiar: Demostrar confianza (esperanza firme) hacia una
persona o una cosa.(Wikipedia)
Es super
importante saber diferenciar cuando uno viaja o cuando uno hospeda gente, la
confianza del abuso sobre lo que ellos están dispuestos a ofrecernos. Si bien
se supone que quien hace esto es una persona abierta y con ganas de compartir,
no hay que olvidar que cada uno tiene su vida y sus cosas para hacer, sus
personas trabajo y/o estudio por lo que no hay que ser invasivos y respetar los
tiempos de soledad de cada uno y las reglas de la casa, nos gusten o no,
teniendo en cuenta que en todo caso, se puede hablar tranquilos e irnos y
listo.
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