Tengo que volver a escribir

Ése, es un lunar, de los 18 que tengo en la cara, uno de los que mas pasa desapercibido. Una vez me los contaron, esa vez eran 13.
Esos son mis ojos cansados, soy yo con la misma ropa que use en el día tratando de perseguir mis metas, acostada en el frío, calentandome los pies en el río estancado.
Aquellos son mis pelos despeinados, como los llevo todos los días, mis ojos, mis cejas, la boca que alguna vez a alguien le pareció la gloria y la misma por la que a veces lo perdí todo, los lunares que nunca contaste, mi cara al natural, el cuerpo que traigo toda la vida y antes bailaba tanto, enflacado y; y mis dijes de historias vividas colgando en una cadena. Gracias. Esa, es la maldita costumbre que tengo de intentar llevarme todo a cuestas, de olvidarme de mis tiempos tranquilos, como si pudiéramos, como si nos entrara todo en un valija sin fondo, esas, son mis historias colgadas. Ése, es el viaje del que no quiero salir. Yo, soy la misma que siempre fui, ahora con mas lunares. A veces, nos cuesta reconocernos, entender que el camino nos da vuelta mas que las vueltas que podemos dar en él. Hoy, doy mi cara, como se ve con el cuerpo cansado, con las vueltas que da la cama y no me deja dormir. Yo soy la boca y esa maldita costumbre que tengo de dejar a veces la razón y el cerebro y seguir usandome igual. Perdón. Hoy es aquel tiempo lejano que me mataba de miedo acostada en el frío sin vos y con mis historias colgadas pero hoy con la suerte de saber que. Voy a recuperar, recuperarme como me quiero ser. Estos son mis dedos escribiendo intentando recuperarme hasta que salga algo lindo para matar esa maldita costumbre de no saber como decir, que a veces, yo