1 de junio de 2015

Tomar la desición de irse // Crónicas de viaje


Un día juntando todas tus fuerzas y convenciéndote de que podes hacerlo, tomas la decisión de irte de viaje, entonces llega el momento en el que un gran porcentaje de los que te conocen piensan que no es la mejor idea y algún que otro te tira la mejor onda y algún que otro te super impulsa a que lo hagas porque es lo mejor que se puede hacer en la vida y nada va a salir mal porque nada malo puede pasar entonces todo va a brillar y ser la vie en rose hasta que le preguntas:
- ¿Y vos a dónde fuiste?
-Yo. Bueno. Yo todavía no, estoy con la facu viste, tranqui trabajando. Pero me encantaría
Entonces se cae todo de nuevo porque por mas buena onda que haya, esta persona deja de ser parámetro y vos volves a entrar en duda  y pensas “¿Lo voy a hacer realmente? ¿Habré hecho bien en contarlo? ¿Y si al final no me voy nada y en realidad me ilusiono?
La realidad es que no hay gente parámetro, ya sea el viaje de tu vida con pasaje de ida sin retorno o el viaje de tu vida a 1200km de distancia por un mes, la realidad es que cualquiera puede ser el viaje de tu vida porque en cualquiera de ellos puede suceder lo inesperado o lo esperado y esto puede ser tanto bueno como neutral, lo bueno es que nunca puede ser malo y es por eso que después de un poco par de viajes comprendí  la frase que dice “viajar es la mejor universidad “. Me han pasado cosas hermosas y otras no tan buenas, conocí  gente fantástica y otras que solo decidí dejar de paso, vi gente sonriendo, sufriendo, ayudando y pidiendo una mano y ninguno cualquiera sea de los casos me hizo dudar en algún momento que lo que hacía o donde estaba era producto de una mala decisión. Cuando uno viaja aprende, ya sé que eso pasa todos los días, pero empezando en “ porque fue tu decisión” y  terminando en “porque fue tu decisión” los problemas te exigen soluciones en cuestiones de segundos que nadie más que vos, tu único sustento en ese momento, puede solucionar, entonces, otra vez, tenemos que tomar una decisión y ese nivel de autonomía que exige el hecho de estar solo en el mundo(y rodeado del mundo)repito,  solo en el mundo, es la liberación extrema del yo. Suena egocéntrico, quizá lo es, pero justamente, otra de las cosas que aprendí viajando, no se trata de un lado egoísta, sino que al contrario, el hecho de tener que pensar en vos y solamente en vos, implica muchas veces aprender a pedir ayuda, saber ponerte un freno y sobre todo entender, que la felicidad tiene una cosa esencial: agradecer y para agradecer, hay que estar a gusto y para estar a gusto, hay que tomar decisiones de acuerdo a lo que uno necesita y para saber que necesitamos, volvemos al comienzo del círculo, necesitamos pensar en uno mismo y concentrarnos en nuestro propio bienestar porque ahora sí, empezando en “porque fue tu decisión” no hay mamá, ni papá, ni hermano, tío, padrino, primo, ni cualquier tipo de parentesco que pueda aparecer para salvarte.
 Entonces, dicen que si no viajan es por la facultad, el trabajo, la familia, el perro, el saliente, la vida, la casa, la nada, mienten. CUANDO UNO SE QUIERE IR, SE VA.  No se trata tampoco de hacerse el loco y decir que se va para siempre o de desvivirse por encontrar el lugar más raro, lejos o peligroso ni mucho menos de dejar todo y hasta lo que más disfrutamos del día a día para hacerlo más extremo. Como siempre me repitió mi viejo “todos los extremos son malos” y posta que hasta el exceso de amor lo es, así que tranquilo. No es necesario planificar que vas a hacer cada día porque se trata que algunas cosas las busquemos y otras, gracias a lo que buscamos, vayan apareciendo solas, pero si es necesario planificar o por lo menos alistar aquellas cosas que nos van a ayudar a tener lo que buscamos, cuidarnos,  e irnos tranquilos y no morir en el intento porque fuimos deportados por un puto papel que hicimos mal.
Un tiempo atrás estaba en la Universidad haciendo una actividad de escritura teatral (estudio teatro)  y, mientras trabajábamos en los objetivos secretos de un personaje sobre cualquier obstáculo que se interponga , entendí que el viajar se trataba justamente de la propuesta de una acción directa, en la cual mientras más claro sea el objetivo, más fácil va a ser para el personaje usar su creatividad para cumplirlo y  su vez administrar sus tiempos, silencios, pausas y momentos para sumar, un poquito más, a ese mundo imaginario, que ahora se está convirtiendo en real. Entonces, vamos de nuevo. Uno no viaja por viajar, tampoco viaja solo por irse y si es solo para vacacionar, trabaja como esclavo y junta plata, andate de vacaciones con un all inclusive y un coordinador que te lleve a los “mejores lugares”, y miráte en la playa caribeña con un jugo en la mano y el fondo de la playa. 
Conocí gente que escapaba de algo, de una situación, de un lugar, cambiar de país o ciudad no implica que empezás de cero, seguís siendo vos, con un modo de vida distinto, por lo tanto es importante entender que es necesario hacer aquellas cosas que cada uno sabe que le hacen bien  o por lo menos tener algún que otro objetivo concreto como un proyecto, un hobby o una actividad y, saber que si bien nos estamos moviendo todo el tiempo, hay que arreglárselas para seguir alimentándonos bien, despejando la mente cuando lo necesita , comunicándonos con algún amigo de toda la vida y haciendo pequeñas cosas cotidianas que nos hacen bien porque al fin y al cabo lo que siempre hay que mantener fuerte es nuestra mente, de nuestros pensamientos es lo único que no podemos escapar, sos tu única y propia compañía. Los viajes largos requieren de vez en cuando organizar un poco nuestra cabeza para que, con paciencia, nos vayamos adaptando y echando raíces.
Creo en que realmente sucede que si se propone “VIAJAR” como una acción directa y en mayúscula, el objetivo principal es ”IR”, estar allá es otro, pero posterior, hay que esperar, y hacer un montón de cosas (no es de negativa, hay que ser sinceros)entonces, si se piensa primero en IR, ponemos a disposición todas nuestras energías a favor en cada actividad que hacemos en el día nada ni nadie es parámetro y mucho menos lo son tus padres o aquellos que viven hace años en la misma casa y con el mismo trabajo.OJO, no quiero decir que tienen una mala vida, que no entienden nada y que aguante el hipismo.NO.Recordemos que hablábamos de tomar decisiones y simplemente son decisiones de vida distintas por lo que pedirle opinión a ellos es como preguntarle a un perro sobre la vida en el mar.
Quiero decir que a partir de que tomas esta decisión el único parámetro sos vos y el acopio que vos haces de toda la información que necesitas para irte hasta que te encontras allá, escribiendo tu propia historia. Todas las opiniones, referencias, personas, blogs, páginas y libros son válidos pero ninguno va a ser real porque ninguno de los casos, por más parecidos que sean, van a ser tal cual lo que te suceda en el viaje porque por más que quedes en encontrarte con alguien, cada experiencia es personal, nadie va a leer tu cabeza y saber que estás pensando cuando de repente algo que parece totalmente naturalizado en ese lugar a vos te está descolocando y como queres adaptarte, lo disimulas (que tire la primera piedra al que no le paso).
Así que, si tomas la decisión de irte porque sos impulsiva, ansiosa y loca (como dicen los que no entienden mucho de esas ideas) en realidad lo que estás haciendo es tomando la decisión de un reto de paciencia, de cumplir un objetivo que si va a llevar impulsos, ansias, locuras, adrenalina, dolores de cabeza y todo lo que se te ocurra pero principalmente va a llevar paciencia y arduo trabajo de mesa. Preparaos. Como dice mi papa “bichito, todo requiere su esfuerzo”.  

Ahora se deben poner en marcha las estrategias de ahorro pero a su vez disfrute del último tiempo con los tuyos, estrategias de búsqueda y mucha pero mucha lectura de información, un lindo trabajo de hormiga que cada vez hace más entusiasta el viaje. 
Cruzando desde la Quiaca-Argentina hacia Villazón-Bolivia 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo más leído en la última semana